EL ARTE DE CRECER
Crecer, el
arte más antiguo de todos, uno de los mas ignorados y apartados de nuestra vida
cotidiana y entendimiento, es el más antiguo y más simple de todos, cuando todo
empezó tuvo que empezar creciendo. A veces ignoramos que vivimos en un
constante crecimiento y no es porque lo ignoremos completamente sino porque lo
omitimos y no le damos una verdadera importancia, y aun cuando llegamos a ser consciente
de estos, no vemos como lo hacemos, ignoramos ese arte, no apreciamos la
belleza que hay en él, eso tan delicado y sutil que es, nunca dejamos de crecer
mientras vivimos, y crecemos en varias direcciones como las ramas de un árbol o
como sus raíces, no existe una voluntad superior a la fuerza del crecimiento
porque esta programación esta por encima de todo, es simple, no puedes oponerte
a ella, no puedes decir: “Voy a dejar de crecer”, entonces ser consciente de
estos es un paso muy importante, no es todo, pero si es importante, ser consciente
de esto, es saber que crecer tiene un ritmo, su marcha debe ser respetada y
amada, debemos querer, apreciar y escuchar ese ritmo, debemos sentirlo por
encima de todo lo anterior, es algo muy delicado y sutil, no debemos preocuparnos sino podemos sentirlo porque tarde o temprano la vida se encargará de darnos ese tacto necesario para sentirlo.
Debemos
pensar y actuar como un buen jardinero, o un buen agricultor, él es un testigo
infalible del arte del crecimiento, entonces debemos entender como actúa un jardinero
o agricultor, por ejemplo el jardinero siembra una rosa, él sabe que al siguiente
día no estará lista, él sabe esto porque entiende que la rosa tiene un ritmo de
crecimiento, él también sabe que si la riega con mucha frecuencia, fatigará la
rosa y terminara ahogada de tanta agua, y si deja de regarla y la deja bajo el
sol, muy pronto se morirá también, porque necesita agua para crecer, el buen
jardinero sabe cuándo regarla y cuanto sol necesita la rosa.
El buen agricultor
sabe que el tomate crece a un ritmo diferente al del durazno, el agricultor ha
entendido por muchos años que no debe preocuparse porque el durazno crezca al
ritmo del tomate, no pueden crecer al mismo ritmo, él respeta ese ritmo, él no
se angustia y tampoco le grita al durazno: “CRECE RÁPIDO PORQUE EL TOMATE TE ESTA GANANDO", él sabe que cada planta tiene su ritmo para crecer, y así somos
nosotros los seres humanos, nada diferente, debemos entender y respetar nuestro
crecimiento, si intentamos crecer muy rápido nos fatigaremos y esa marcha que
llevamos nos terminará cansando, bajaremos la velocidad y arrancaremos
nuevamente, debemos respectar nuestro ritmo y sentirlo, y si sientes que debes
aumentar tu ritmo hazlo pero conscientemente, experimenta y descubre tu ritmo,
una vez que lo hayas hecho, respeta el de los demás, recuerda al agricultor, el
no le grita a sus planta para que crezcan rápido, el respeta el ritmo de crecimiento,
no te desesperes porque tu amigos (as), esposos (as), hijos (as) no han visto
lo que vez, permanece tranquilo y respeta su ritmo de crecimiento, recuerda
que siempre estamos creciendo en varias direcciones como las ramas de un árbol
o sus raíces.
Debemos tener cuidado con los momentos en que regamos nuestras raíces, y ser muy delicados con las frutas de nuestras ramas, saber cuando es el tiempo de dárselas a alguien para que se alimente de nuestro fruto, tener cuidado con la noche, el día, con el sol, la lluvia, con los pájaros y aun mas cuidado con aquellos que se quieren comer tu fruta antes de tiempo y te tiran piedras para tumbar tus frutas, el arte de crecer lo llevamos dentro, cuida tu ritmo y siéntelo, una vez que entiendes que los ritmos de crecer son diferente entre los humanos, como entre las plantas, nacerá en ti el respeto por el ritmo de crecimiento de los demás, actuarás como el jardinero, y sabrás cuando es el momento justo para nutrirte de lo mejor para crecer.
Debemos tener cuidado con los momentos en que regamos nuestras raíces, y ser muy delicados con las frutas de nuestras ramas, saber cuando es el tiempo de dárselas a alguien para que se alimente de nuestro fruto, tener cuidado con la noche, el día, con el sol, la lluvia, con los pájaros y aun mas cuidado con aquellos que se quieren comer tu fruta antes de tiempo y te tiran piedras para tumbar tus frutas, el arte de crecer lo llevamos dentro, cuida tu ritmo y siéntelo, una vez que entiendes que los ritmos de crecer son diferente entre los humanos, como entre las plantas, nacerá en ti el respeto por el ritmo de crecimiento de los demás, actuarás como el jardinero, y sabrás cuando es el momento justo para nutrirte de lo mejor para crecer.
-El arte de crecer by Elvis Juarez-
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